Trastorno de déficit de atención con hiperactividad: Lo que usted necesita saber
¿Qué es el trastorno de déficit de atención con hiperactividad?
El trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH, o más frecuentemente conocido por sus siglas en inglés como ADHD) es un trastorno del desarrollo caracterizado por síntomas continuos de falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Algunas personas presentan principalmente síntomas de falta de atención, mientras que otras, en su mayoría, tienen síntomas de hiperactividad e impulsividad. Algunas personas presentan ambos tipos de síntomas.
Los síntomas comienzan en la niñez y pueden interferir en la vida diaria, lo que incluye las relaciones sociales y el rendimiento escolar o laboral. Este trastorno es muy bien conocido entre los niños y los adolescentes, pero muchos adultos también lo padecen. Existen tratamientos que controlan eficazmente los síntomas.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad?
Las personas con este trastorno pueden presentar un patrón continuo de los siguientes tipos de síntomas:
- Falta de atención: tener dificultad para prestar atención.
- Hiperactividad: tener demasiada energía o moverse y hablar demasiado.
- Impulsividad: actuar sin pensar o tener dificultad con el autocontrol.
Los signos de falta de atención pueden incluir los siguientes:
- Presentar problemas para prestar atención a los detalles, lo que puede llevar a cometer errores aparentemente por descuido en las tareas escolares, laborales o de otro tipo.
- No poder mantener la concentración en las tareas o actividades, como al sostener conversaciones, tomar exámenes, terminar alguna asignación o leer el periódico.
- Tener dificultad para escuchar cuando se les habla directamente.
- No poder seguir bien las instrucciones o terminar las tareas escolares, laborales o domésticas.
- Mostrar cierta inhabilidad para organizar tareas y actividades, administrar el tiempo y cumplir con los plazos.
- Tener dificultad para completar tareas que requieran una atención constante, como tareas escolares, proyectos grandes y formularios complicados.
- Perder cosas como mochilas, libros, llaves, billeteras y teléfonos.
- Distraerse fácilmente por pensamientos o estímulos no relacionados.
- Olvidarse de realizar actividades diarias, como quehaceres, mandados y eventos, u otras cosas importantes, como tareas, citas y llamadas telefónicas.
A menudo, los signos de hiperactividad e impulsividad pueden incluir los siguientes:
- Estar inquieto, dar golpecitos rápidos con las manos o los pies, moverse y retorcerse mientras está sentado.
- Levantarse y moverse constantemente cuando debería permanecer sentado, como en un salón de clases o en la oficina, o mostrarse inquieto en estas situaciones.
- Correr, dar vueltas o treparse a cosas en momentos inapropiados.
- No poder jugar o participar en pasatiempos en silencio o calladamente.
- Estar en constante movimiento o actuar como si estuviese impulsado por un motor.
- No poder jugar o participar tranquilamente en pasatiempos y actividades.
- Hablar excesivamente.
- Responder preguntas antes de que se terminen de hacer o acabar las oraciones de otras personas.
- Tener dificultad para esperar su turno o ser paciente, como cuando participa en un juego o espera en una fila.
- Interrumpir a otros o entrometerse con otros, por ejemplo, en conversaciones, juegos o reuniones.
¿Qué causa el trastorno de déficit de atención con hiperactividad?
Los investigadores no están seguros qué causa el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, pero muchos estudios sugieren que los genes desempeñan una función importante. Como en muchos otros trastornos, es probable que el trastorno de déficit de atención con hiperactividad sea el resultado de una combinación de factores.
Además de la genética, los investigadores están analizando las diferencias en el desarrollo cerebral y la neurobiología en las personas con este trastorno, en comparación con las que no lo tienen. Los investigadores también están estudiando los factores ambientales que podrían aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, incluyendo las lesiones cerebrales, la nutrición y los entornos sociales.
¿Cómo se diagnostica el trastorno de déficit de atención con hiperactividad?
Según los síntomas específicos, a una persona se le puede diagnosticar uno de los tres tipos de trastorno de déficit de atención con hiperactividad:
- Inatento: predominan los síntomas de falta de atención, y no de hiperactividad ni impulsividad
- Hiperactivo-impulsivo: principalmente se observan síntomas de hiperactividad e impulsividad, pero no de falta de atención
- Combinado: hay síntomas tanto de falta de atención como de hiperactividad e impulsividad
Los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad deben comenzar en la niñez (antes de los 12 años). A menudo, los síntomas continúan durante la adolescencia y la edad adulta. El criterio para el diagnóstico difiere ligeramente según la edad.
- Los niños de hasta 16 años deben presentar al menos seis síntomas de falta de atención o hiperactividad e impulsividad, o ambos.
- Los adultos y los jóvenes mayores de 16 años deben presentar al menos cinco síntomas de falta de atención o de hiperactividad e impulsividad, o ambas características.
Para que se diagnostique el trastorno con déficit de atención con hiperactividad, los síntomas de una persona también deben:
- haber estado presentes durante al menos seis meses;
- haber estado presentes en dos o más entornos distintos (por ejemplo, en el hogar, en el trabajo, en la escuela o con amigos);
- interferir u obstaculizar el funcionamiento social, escolar o laboral.
El estrés, los trastornos del sueño, la ansiedad, la depresión y otras afecciones o enfermedades físicas pueden causar síntomas similares a los del trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Un proveedor de atención médica debe realizar una evaluación exhaustiva para determinar la causa de los síntomas, hacer un diagnóstico e identificar tratamientos efectivos.
Los proveedores de atención primaria a veces diagnostican y tratan el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, o pueden referir a la persona a un profesional de la salud mental. Durante una evaluación, un proveedor generalmente:
- Examina la salud mental y el historial médico de la persona, incluido su estado de ánimo y cualquier afección de salud pasada o actual.
- Observa el comportamiento actual de la persona o, si es adulta, su comportamiento infantil y sus experiencias escolares. Para obtener esta información, el proveedor de atención médica puede pedir permiso para hablar con familiares, amigos, parejas, maestros y otras personas que conocen bien a la persona y la han observado en diferentes entornos para conocer sus comportamientos y experiencias en el hogar, la escuela o en otros lugares.
- Utiliza escalas estandarizadas de calificación del comportamiento o listas de verificación de síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad para determinar si la persona cumple con los criterios para emitir un diagnóstico de este trastorno.
- Realiza pruebas psicológicas que analizan las habilidades cognitivas, como la memoria de trabajo, el funcionamiento ejecutivo (habilidades como la planificación y la toma de decisiones), las habilidades visuales y espaciales o el razonamiento. Estas pruebas pueden ayudar a identificar fortalezas y desafíos psicológicos o cognitivos (relacionados con el pensamiento) e identificar o descartar posibles discapacidades de aprendizaje.
¿El trastorno de déficit de atención con hiperactividad es igual en todas las personas?
Cualquier persona puede tener el trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, los niños y los hombres tienden a mostrar más síntomas de hiperactividad e impulsividad, mientras que las niñas y las mujeres tienen más probabilidad de ser diagnosticadas con este trastorno por falta de atención.
El trastorno también se puede diagnosticar a cualquier edad, aunque los síntomas deben haber comenzado en la niñez (antes de los 12 años). Por lo general, los adultos con trastorno de déficit de atención con hiperactividad tienen antecedentes de problemas en la escuela, el trabajo y las relaciones.
Los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad pueden cambiar a medida que la persona crece.
- Los niños presentan hiperactividad e impulsividad como los síntomas más frecuentes. A medida que aumentan las exigencias académicas y sociales, los síntomas de falta de atención suelen ser más notables y comienzan a interferir con el rendimiento académico y las relaciones con los compañeros.
- Los adolescentes generalmente muestran menos hiperactividad y pueden parecer inquietos o intranquilos. Por lo general, los síntomas de falta de atención e impulsividad continúan y pueden causar desafíos académicos, organizativos o relacionales. Los adolescentes con este trastorno tienen más probabilidad de participar en conductas impulsivas y riesgosas, como el consumo de sustancias y la actividad sexual sin protección.
- Los adultos, incluyendo las personas mayores, pueden mostrar falta de atención, inquietud e impulsividad, aunque, en algunas personas, esos síntomas se vuelven menos graves e incapacitantes. También pueden mostrarse irritables, tener una baja tolerancia a la frustración y el estrés, o tener cambios frecuentes o intensos de humor.
Es posible que no se haya diagnosticado a algunos adultos con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad cuando eran más jóvenes porque sus maestros o familiares no reconocieron el trastorno, tenían una forma leve de este o se las arreglaron bien hasta tener que enfrentar las exigencias de la edad adulta. Pero nunca es demasiado tarde para buscar un diagnóstico y tratamiento para este trastorno y otras afecciones de salud mental que pueden coexistir con este. Un tratamiento eficaz puede hacer que la vida cotidiana sea más fácil para las personas con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad y sus familias.
¿Cómo se trata el trastorno de déficit de atención con hiperactividad?
Aunque no existe una cura para este trastorno, los tratamientos actuales pueden ayudar a reducir los síntomas y mejorar el funcionamiento. Los tratamientos frecuentes incluyen la medicación, la psicoterapia y otras intervenciones conductuales. En el caso de los niños, el tratamiento suele incluir la educación de los padres y programas escolares.
Los investigadores están estudiando nuevos tratamientos para personas con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, como la capacitación cognitiva y la neuro-retroalimentación. Por lo general, estas opciones se exploran solo después de que ya se ha probado con medicamentos y psicoterapia. Para muchas personas, el tratamiento incluye una combinación de estos elementos.
Medicamentos
Los estimulantes son el tipo de medicamento que se usa con más frecuencia para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad y las investigaciones muestran que son muy eficaces. Estos medicamentos actúan aumentando los niveles de sustancias químicas cerebrales que desempeñan alguna función en el razonamiento y la atención.
Al igual que todos los medicamentos, los estimulantes pueden tener efectos secundarios y debe ser un proveedor de atención médica quien los recete y siga de cerca a los pacientes. Informe al proveedor sobre otros medicamentos que usted o su hijo estén tomando. Los medicamentos para problemas frecuentes de salud, como la diabetes, la ansiedad y la depresión, pueden interactuar con los estimulantes, en cuyo caso, un proveedor puede sugerir otros medicamentos.
A veces, los proveedores de atención médica recetan medicamentos no estimulantes, como los antidepresivos, para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado estos medicamentos para tratar específicamente el trastorno de déficit de atención con hiperactividad. A veces, una persona debe probar varios medicamentos o dosis diferentes antes de encontrar el que le funcione.
Aprenda mas sobre los estimulantes y otros medicamentos para la salud mental (en inglés). Puede obtener más información sobre medicamentos específicos, incluyendo las últimas aprobaciones, efectos secundarios, advertencias e información para pacientes, en el sitio web de la FDA (en inglés) .
Psicoterapia e intervenciones conductuales
Las intervenciones psicológicas para el trastorno de déficit de atención con hiperactividad pueden adoptar muchas formas y combinarse con medicamentos y otros elementos para padres de familia, familias y maestros. Agregar una terapia a un plan de tratamiento para este trastorno puede ayudar a algunas personas a sobrellevar mejor los desafíos diarios, ganar confianza o controlar conductas impulsivas y riesgosas.
La terapia es especialmente útil si el trastorno de déficit de atención con hiperactividad se presenta junto con otros trastornos mentales, como ansiedad, depresión, problemas de conducta o trastornos por consumo de sustancias. Aprenda más sobre otros trastornos mentales.
Se ha demostrado que varias intervenciones psicosociales ayudan a controlar los síntomas y mejorar el funcionamiento.
- La terapia conductual ayuda a una persona a cambiar su comportamiento. Esta puede incluir asistencia práctica, como organizar tareas o finalizar tareas escolares, aprender habilidades sociales o monitorear el propio comportamiento.
- La terapia cognitivo-conductual ayuda a que una persona tome conciencia de sus problemas de atención y concentración, y trabaje en habilidades para mejorar la concentración y la organización, y para finalizar las tareas diarias (por ejemplo, dividiendo las tareas grandes en pasos más pequeños y manejables).
- La terapia familiar y de pareja ayuda a los miembros de la familia a aprender a controlar comportamientos disruptivos, fomentar cambios de conducta y mejorar las interacciones con los hijos y las parejas.
A algunas personas les ayuda recibir el apoyo de un coach de vida profesional o de un coach de vida especializado en el trastorno de déficit de atención con hiperactividad que les pueda enseñar habilidades para mejorar su desempeño diario.
Aprenda más sobre la psicoterapia (en inglés), incluyendo qué se debe buscar en un terapeuta y cómo encontrar uno.
Educación y apoyo para los padres de familia
La terapia para los niños y los adolescentes requiere que los padres de familia desempeñen un papel activo. Las sesiones de tratamiento solo con el niño tienen más probabilidad de ser eficaces para tratar los síntomas de ansiedad o depresión que pueden coexistir con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad que para controlar los síntomas principales del trastorno.
Los profesionales de la salud mental pueden educar a los padres de familia sobre el trastorno y cómo afecta a la familia. También pueden ayudarles a desarrollar nuevas habilidades, actitudes y formas de relacionarse con sus hijos. Algunos ejemplos incluyen capacitación en habilidades parentales y técnicas de control del estrés, y grupos de apoyo que ayudan a los padres de familia y a toda la familia a conectarse con otras personas que tienen inquietudes similares.
Programas escolares
Muchos de los niños y los adolescentes con trastorno de déficit de atención con hiperactividad se benefician de intervenciones conductuales y adaptaciones académicas en la escuela. Las intervenciones incluyen planes de control de la conducta o habilidades de estudio y organización enseñadas en el aula. Las adaptaciones incluyen asientos preferenciales en el aula, menos tareas en clase y tiempo adicional para hacer exámenes y pruebas. Las escuelas pueden ofrecer adaptaciones a través de lo que se denomina un Plan 504 o, para los niños que reúnen los requisitos para recibir servicios de educación especial, un Plan Educativo Individualizado (IEP, por sus siglas en inglés).
Aprenda más sobre los servicios de educación especial y la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (en inglés) .
Capacitación cognitiva
Los métodos de capacitación cognitiva usan de forma repetida un programa o actividad durante varias semanas para mejorar funciones específicas, como la memoria o la atención. Los ejercicios se adaptan al desempeño continuo de la persona.
Se ha demostrado que la capacitación cognitiva mejora modestamente las tareas que se practican. Por ejemplo, las investigaciones muestran que la capacitación puede ayudar a la memoria, la atención, la inhibición, la planificación y la flexibilidad cognitiva en personas con trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, por lo general, estas mejoras no provocan cambios en los síntomas centrales del trastorno, como la impulsividad y la hiperactividad.
Neuro-retroalimentación
La neuro-retroalimentación es una técnica no invasiva en la que un dispositivo electrónico monitorea y registra la actividad cerebral de una persona, brindándole retroalimentación inmediata para apoyar la autorregulación. El dispositivo mide la actividad cerebral a través de medios como un electroencefalograma (EEG) o una resonancia magnética funcional y envía la información a la persona, generalmente en forma de una pantalla de computadora o una señal visual. A través de esta retroalimentación, las personas aprenden a autorregular su actividad cerebral para alterar directamente el comportamiento asociado. La suposición es que, con información repetida en tiempo real, las personas pueden cambiar su actividad cerebral interna, con efectos que se pueden observar en el comportamiento y la cognición.
En el caso de las personas con trastorno de déficit de atención con hiperactividad, la neuro-retroalimentación se utiliza para instruir y mejorar funciones cognitivas específicas. Aunque se ha demostrado que ayuda a reducir algunos síntomas de este trastorno, los efectos de la neuro-retroalimentación siguen siendo menores que los observados con medicamentos y psicoterapia. Se necesitan más investigaciones para perfeccionar el tratamiento y determinar para quién funciona y en qué condiciones.
Enfoques de salud complementaria
Algunas personas pueden intentar usar enfoques de salud complementaria para controlar los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Estos pueden incluir productos naturales, vitaminas y suplementos, cambios en la dieta y acupuntura. A otras personas les resulta útil hacer cambios en el estilo de vida, como agregar más ejercicio físico a su rutina diaria.
A diferencia de la psicoterapia y los medicamentos, que se han demostrado científicamente que mejoran los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, aún no se ha demostrado que los enfoques de salud complementaria tratan al trastorno de manera eficaz y no se considera que son intervenciones respaldadas por evidencia.
Encuentre más información en inglés del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (en inglés) .
¿Cómo puedo encontrar ayuda?
Si no sabe dónde obtener ayuda, su médico u otro proveedor de atención médica es un buen lugar para comenzar. Su proveedor de atención médica puede referirlo a un profesional de salud mental debidamente acreditado, como un psicólogo, psiquiatra o trabajador social clínico, que puede ayudarle a determinar los próximos pasos. Encuentre consejos para hablar con un proveedor de atención médica sobre su salud mental o la de su hijo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) tienen información sobre los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, así como recursos adicionales para familias y proveedores.
También puede consultar información sobre cómo encontrar apoyo y cómo localizar servicios de salud mental en su área en el sitio web de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA, por sus siglas en inglés).
¿Cómo puedo ayudarme a mí mismo?
Los medicamentos y la terapia son los tratamientos más eficaces para el trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, también hay otras estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas.
- Haga ejercicio con regularidad, especialmente cuando se sienta hiperactivo o inquieto.
- Aliméntese de manera saludable y a horas regulares.
- Duerma lo suficiente. Trate de apagar las pantallas al menos una hora antes de acostarse y duerma entre siete y nueve horas todas las noches.
- Mantenga una rutina constante.
- Trabaje para mejorar su organización y administración del tiempo. Deles prioridad a las tareas urgentes y anote los trabajos asignados, los mensajes, las citas, los recordatorios y los pensamientos importantes.
- Tome descansos breves durante las tareas que requieran una atención constante para ayudar a mantener la concentración y prevenir el agotamiento. Divida las tareas grandes en pasos más pequeños y manejables.
- Comuníquese con otras personas y mantenga sus relaciones. Programe actividades con amigos, especialmente con aquellas personas que lo apoyan y comprenden los retos que enfrenta por tener este trastorno.
- Tome los medicamentos según las indicaciones y evite el consumo de alcohol, tabaco y medicamentos que no le han recetado.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
- Sea paciente, flexible y comprensivo. El trastorno de déficit de atención con hiperactividad puede ser frustrante tanto para quienes lo tienen como para las personas que los rodean. Este trastorno puede hacer que sea difícil para su hijo realizar determinadas tareas o mostrar ciertos comportamientos. Algunos niños pueden necesitar usar diferentes estrategias para lograr el éxito.
- Use un lenguaje claro, simple y directo para explicar las reglas y las expectativas. Recompense los comportamientos que cumplan con estas expectativas con refuerzos positivos. Ofrezca elogios o recompensas constantes por actuar de la manera deseada.
- Ofrezca ayuda práctica, por ejemplo, en tareas como limpiar y organizar, o simplemente esté presente y participe mientras su hijo hace el trabajo, lo que puede darle un sentido de responsabilidad y motivación, y también le puede ayudar a mantenerse concentrado y por buen camino.
- Dele oportunidades para explorar diferentes actividades e intereses. Ayude a su hijo a descubrir sus talentos especiales y a desarrollar confianza en sus habilidades.
Si usted o alguien que conoce está pasando dificultades o tiene pensamientos suicidas llame o envíe un mensaje de texto al 988, la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis . También puede obtener apoyo a través de su chat en vivo en 988lifeline.org . En situaciones potencialmente mortales, llame al 911.
¿Qué son los estudios clínicos y por qué son importantes?
Los estudios clínicos son estudios de investigación que analizan nuevas formas de prevenir, detectar o tratar enfermedades y afecciones. Estos estudios ayudan a determinar si un tratamiento es seguro y eficaz en las personas. Algunas personas participan en estudios clínicos para ayudar a los médicos y los investigadores a aprender más sobre una enfermedad y mejorar la atención médica. Otras personas, como las que tienen alguna afección de salud, participan para probar tratamientos que no están disponibles con facilidad.
El NIMH apoya estudios clínicos en diferentes áreas de los Estados Unidos. Hable con un proveedor de atención médica sobre estos estudios y si alguno es adecuado para usted. Aprenda más sobre cómo participar en un estudio clínico.
Para más información
Aprenda más sobre trastornos y temas de salud mental. Para obtener información sobre una amplia variedad de temas de salud, visite MedlinePlus de la Biblioteca Nacional de Medicina .
Reproducciones
La información en esta publicación es de dominio público y se puede reutilizar y copiar sin necesidad de pedir permiso. Sin embargo, no puede reutilizar o copiar las imágenes. Por favor cite al Instituto Nacional de la Salud Mental como la fuente. Para obtener más información sobre el uso de las publicaciones del NIMH, consulte las pautas del NIMH para reproducir sus materiales.
DEPARTAMENTO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
Institutos Nacionales de la Salud
Publicación de NIH Núm. 24-MH-8300S
Revisada en 2024